Fue lo que se dice un artista y creo que, nunca hubo un grata más suave y tranquilo qué mano de seda tenía pa'l pungueo ya fuera de shuca, sotana o de grilo Fue mi gran amigo espianta-cartera que al darle confianza se pasó de rana me espiantó la nami, trompa de una timba, y encima de ortiva me batió la cana. Y en Devoto entre tentis refundido el garrón que me diste me lo como y al final te estoy agradecido por piantarme esa nami que era un plomo. Te debo un vuelto, acaso una bicoca, para saldar la deuda, gran berreta, y te prometo, por lo que a mí me toca, que apenas salga, chau, ya sos boleta.