Al dar las doce en el reloj de la pared, después de entrar, saluda a mamá. Una palabra que apenas pronunció. No cenará tampoco esta vez Sin la justificación que esperan oír, sin darles tiempo a hablar, se marcha a dormir. Entra en su cuarto, deja el bolso en un rincón sobre el colchón se deja caer. Cierra los ojos, siente sus piernas pesar y su cabeza no puede ya más. Enciende un pitillo y piensa en él. Sabe que es verdad que no la puede entender Saca del fondo de su bolso el baby test lo mira sin casi respirar. No sabe si mañana, al fin, se atreverá y si da un + todo se hundirá. Coge el peluche lo apoya en su rincón sonríe triste mientras le dice adiós. Y, por cumplir con un deber que prometió, leerá otra vez el tema de hoy. Apagará la luz y, aún antes de dormir, querrá encontrar sentido a vivir Pensará en sus padres que temen verla huir no quieren saber aún que ya no está aquí. No está aquí.