Un señero eran dos Al final de aquel orden Donde se inició el favor Firme promesa sin error La alegría en sus anillos La bromas con risas falsas Competían por cautivar Lágrimas desesperadas El consuelo a la dilección Que no existía en miradas extrañas Pero esas divas pasaban Y, sin querer conseguirlo Unían más sus almas Un tropiezo en jornadas Él creció y repetía Él pensó que no fallaría La prueba cegó su futuro La evidencia negó su duda Mientras pasaron los días Nuevos amigos luchaban No hablaban pero sabían Que no era suya aquella carne Alguien tenia y no soltaba (A quien escapar no quería) Pero creció la distancia Y con ella el corazón No sentían los mismos signos Por un modelo o dos Se veían y sentían Que algo se perdía Preferían pensar en la mentira (Creer algo que no existía) Tener algo que se diluía En aquellas manos de acero (Que calor ya no daban) Definitivo fue el color Dio frases que no entendía Hechos evidentes Bohemio y rápido Fueron dos en uno Cuerpos de fuego que cada día Separan vías de gritos Mentirosos pero, es la vida