¿No ves que tengo el alma hecha pedazos?... ¿No ves cómo llegué?... ¡Déjame hablar!... ¡Déjame que apretado entre tus brazos olvide que viví sin olvidar!... ¡Te juro que hasta ahora no sabía que sólo hay un amor! ¡Tu amor, nomás!... ¡Oime... ¿No me crees todavía?... ¿Por qué te vas así?... ¡Por qué te vas!... ¡Déjame hablar!... Hoy vuelvo tan cansado de andar desorientado; de andar sin olvidar. Hasta entender que mi vida está en tu vida, que no hay nada en otras manos, que otros sueños... ¡Son mentiras!... ¡Déjame hablar!... ¿Tan terrible fue mi daño que me ves como a un extraño?... ¡Un extraño, nada más!... ¿Por qué te vas?... ¿No ves que estoy llorando? ¡Que moriré gritando: que no te puedo olvidar! ¡Cualquiera puede hacer lo que yo hice!... Hay tantos que hacen daño sin pensar. Y tantos que no saben que persiguen y ruedan como yo, sin olvidar... ¡Estoy desesperado!... ¡No te rías!... ¿No ves cómo sufrí para llegar? ¡Déjame con tus manos en las mías!... ¡Por ese amor de ayer! ¡Déjame hablar!...